Bartolo, el gato que huía de sí mismo
(por Luigi Amara)
Cansado de ser un gato
-un gato como hay tantos-,
jugaba que era perico,
un cuervo o un zopilote...
De tanto pensar en aves,
se relamía los bigotes.
En vez de morder su cola
-y perseguirse a sí mismo-
fingía que un monstruo peludo
quería taparle la boca...
Girando hasta el infinito,
¡la cola se volvió loca!
Su sueño era aquella mosca
que se posa en cualquier parte...
¿Cómo dominar el aire,
ser amo y señor del techo?
Torció tanto la cabeza
que ya no andaba derecho.
Los perros y los ratones
huyen de ese gato absurdo,
que gusta del queso rancio
y le ladra a los abismos...
El gato huye de su sombra,
y al al alejarse es él mismo.
2 comentarios:
Muchos se pasan la vida huyendo de si mismos, mira pues que ni los gatos escapan a esto!!!
saluditos!!!
Si, Tigrita es un asunto común para todos los terrícolas...Gracias por comentar y saluditos y ronronetes para ti
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