Esta postura solemos realizarla como una toma de contacto con la extensión de toda nuestra columna, para propiciar su flexibilidad y estiramiento, y es también muy recomendable para las embarazadas.
Para inciar la postura, colocate de rodillas en el suelo y con tus manos también en contacto con el suelo.
Separa tus rodillas al ancho de tus caderas, y procura que tus manos estén separadas y alineadas con tus hombros.
Comienza el movimiento del siguiente modo coordinado con tu respiración.
Al inspirar eleva cabeza y glúteos permitiendo que tu zona lumbar se hunda ligeramente hacia el suelo.
Al exhalar, el movimiento es el inverso, hunde el abdomen, curva tu espalda como un gato y lleva tu cabeza hacia abajo mirando hacia el hombligo.
Repite este movimiento coordinándolo con tu respiración 5 o 7 veces, a un ritmo de movilidad adaptado a tu ritmo respiratorio, de manera suave y con movimiento lento que fluya al igual que fluye tu respiración.
Durante el movimiento de tu espalda, los brazos permanecen siempre extendidos, sin permitir que se flexionen, solo tu espalda será la que se movilice.
Verás cuando finalices la diferencia que notarás en tu espalda, ya que una espalda flexible es una espalda joven, y esta asana te permitirá sin duda darle esa flexibilidad, sin cansarte y de un modo consciente.
Comienza el movimiento del siguiente modo coordinado con tu respiración.
Al inspirar eleva cabeza y glúteos permitiendo que tu zona lumbar se hunda ligeramente hacia el suelo.
Al exhalar, el movimiento es el inverso, hunde el abdomen, curva tu espalda como un gato y lleva tu cabeza hacia abajo mirando hacia el hombligo.
Repite este movimiento coordinándolo con tu respiración 5 o 7 veces, a un ritmo de movilidad adaptado a tu ritmo respiratorio, de manera suave y con movimiento lento que fluya al igual que fluye tu respiración.
Durante el movimiento de tu espalda, los brazos permanecen siempre extendidos, sin permitir que se flexionen, solo tu espalda será la que se movilice.
Verás cuando finalices la diferencia que notarás en tu espalda, ya que una espalda flexible es una espalda joven, y esta asana te permitirá sin duda darle esa flexibilidad, sin cansarte y de un modo consciente.
8 comentarios:
Hola Henriketo, he estado malo estos últimos 5 días y hoy me he levantado temprano para poderte leer todos los post que llevaba con atraso!!, jajaja
Es que los gatos sois mucho más listos que los humanos, ya lo creo. Un abrazo enorme, guapo.
No hay duda, hay que ser felino hasta para tener buena salud.
Abrazos.
Bueno por algo los gatos son tan elásticos y ágiles, debemos imitarlos para tener una mejor condición física.
Duncan: Cuídate mucho, descansa y ya te pondrás al día enseguida.
Gracias por demostrarnos siempre tu cariño y amistad.
Recupérate pronto que nosotros queremos seguir leyendo tus historias!!!
Un abrazo
Henriketo dice:
Por fin una persona inteligente!!!
Te regalo tres sardinas, mi querida Isabel.
Ronronitos para ti, mi querida mujer romana.
Henriketo dice:
¿Hoy es el día del humano inteligente?. Vivo sin vivir en mi..que suerte tengo de recibir tu inteligente comentario...
Tienes otras tres sardinas para ti...
Ronronitos para ti mi querida Azuquita.
Henriketo dice:
Y hablando de humanos inteligentes aquí tenemos a la Tigra!!
A mi nunca me duele la espalda...a ver si tomais buena nota...humanos de lo que ha dicho mi amiga la Tigra.
LLévate tres sardinas de regalo...te lo mereces siempre, querida amiga.
Feliz día y ronronitos para ti
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