Como todos sabemos, el gato es un animal limpio por naturaleza, y por ello se asea lamiéndose el cuerpo varias veces al día. Se limpia el sólo varias veces al día. Ya te habrás dado cuenta que es uno de sus mayores entretenimientos diarios y al que dedica mucho tiempo.Pues bien, este hábito tan favorable para su higiene, a veces puede jugarles una mala pasada.
La lengua áspera, debido a la rugosidad de sus papilas gustativas, se convierte en un cepillo que arrastra los pelos muertos. La lengua del gato trabaja como un verdadero cepillo y al pasar por su cuerpo, suelta el pelo muerto. La mayor parte de éste acaba siendo tragado y puede llegar a formar bolas de pelo en el estómago. El gato ingiere grandes cantidades de pelo que, sometido a los distintos procesos de la digestión, forma bolas más o menos grandes.
Al ser ingeridos pueden ocurrir varias cosas: Estos ovillos pueden transitar por el intestino sin causar daños en el felino, en cuyo caso los encontraremos en las heces. Hay ocasiones en los que sí provocan un malestar importante en el gato. Aunque si son pequeñas, por lo general, terminan siendo expulsadas con uno o varios vómitos.
La situación se complica, cuando las bolas atraviesan el píloro y se dirigen al intestino delgado. Ya aquí, pueden seguir causando vómitos, pero no son expulsadas. Si no son demasiado grandes, pueden continuar su camino por el intestino, y luego ser eliminadas con las heces como hemos comentado anteriormente. La situación es realmente grave, cuando estas bolas son demasiado grandes y quedan retenidas en el intestino.Cuando esto ocurre se produce un estado de malestar general en el animal, que puede culminar en una pérdida total del apetito y de las funciones intestinales, ocurriendo una oclusión intestinal. En estos casos debemos recurrir al veterinario.
En los casos graves el veterinario hará progresar la bola de pelo a través de todo el intestino hasta llegar al ano. En los casos muy graves, sin embargo, el veterinario se ve obligado a cortar la pared intestinal para extraer el cuerpo extraño: se trata, sin embargo, de una intervención bastante rara.Esta situación debe resolverse quirúrgicamente, para liberar el paso, porque sino el resultado en el felino será la muerte.
8 comentarios:
Ufff, afortunadamente nunca he tenido problemas con mis gatos y las bolas de pelo, un gran post como siempre ;-)
Um bom post para onde se aprende sobre esse problema tão comum nos nossos amigos gatitos.
Gracias.
Espero que ninguno de nuestros queridos amigos felinos se vea en una situación tan apurada como para que haya de intervenir el veterinario. ¡Mas vale ser aseadito de vez en cuando, y no tragar tanto pelo...! Besotes, enriketo.
Gracias Henriketo.
Yo vomito bastante a pesar de que como hierbita de esa tan digestiva, surtú si me la traen del campo, mmmm.
La malta ¡pa su tía! Y el cepillo ¡pa su agüela! Prefiero un buen masaje o amasamiento tripa-arriba.
¿Ves por qué soy un gato malo como arrankao? ;)
Is mise, Pangur
Duncan: Las bolas de pelo son un incordio para nuestros queridos amigos.
No obstante, si el gato come hierbas con las que se "purga" no sería tan necesario el aporte de malta.
Celebro que este post de haya resultado útil.
Un abrazo
Si, ciertamente, Tetis se puede convertir en todo un problema...
para nuestros queridos gatos.
Henriketo dice:
Pues, como me vuelva más aseadito, querida Isabel, Cabalayka tendrá que comprarme la malta a capazos...ya que me voy a atragantar con tanto pelo...miau, jejeje, miauuuuuuu
Un abrazo gatuno y peludo
Eso digo yo amigo Pangur...el otro día no va y se le ocurre a Cabalayka comprarme una malta que llevaba "queso": que queso ni que niño muerto....eso serían saborizantes de esos guarros que ponen en todas partes...pues, eso amigo, que estoy contigo: pa su madre y pa su agûela...Y el cepillo ese de hierro que me pone los pelos como escarpias..pa su p...madre.
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