Una leyenda cuenta que Noé, cuando estaba en el arca, se vio acosado por una plaga de ratones que ponía en peligro la duración de las provisiones.
Entonces le pidió ayuda a Dios y éste le dijo que debía acariciar tres veces la cabeza del león.
Cuando lo hizo, el león estornudó y de su nariz salió una pareja de gatos que restablecieron el equilibrio en la población de ratones.
1 comentario:
Si me das tu permiso me llevo tu leyenda a un blog que tengo compartido.
Es muy bonita.
Al final tiene que haber gato en cualquier sitio del mundo.
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