El peor pecado para con nuestras criaturas amigas, no es el odiarlas,
sino ser indiferentes con ellas, esa es la esencia de la inhumanidad.

*George Bernard Shaw

viernes, 27 de febrero de 2009

EL GATO EN EL ISLAM


EL ISLAM ENSEÑA EL AMOR POR LOS ANIMALES

En un reciente paseo de compras, se me ocurrió pasar por una tienda de mascotas, donde un mono grande en una jaula pequeña afuera de la entrada rompió mi corazón. Salí de la tienda con lágrimas en los ojos, profundamente entristecido por lo que había visto. Pobres y desamparados animales prisioneros en diminutas jaulas, sin siquiera el espacio suficiente para voltearse; sus tristes y suplicantes ojos me siguieron, mientras luchaba con el impulso de liberarlos, seguro de que nadie sería capaz de explicar por qué crimen ellos habían sido encarcelados en tal inhumano y antinatural ‘hábitat’. Me pregunté si el dueño de la tienda alguna vez habría pensado a cerca de si le hubiese gustado ser aprisionado, en la misma forma como él había capturado pájaros y los había puesto en pequeñas jaulas. Tal vez sólo un colega amante de los animales podría entender realmente lo que sentí aquel día. La importancia de la bondad con los animales es algo que cada musulmán debe entender como parte de su forma de vida.

Este es un asunto tan importante, que uno puede ganar el Paraíso o el Infierno a causa de su trato hacia los animales. El maltrato a los animales es considerado un pecado mayor en el Islam, como se explica en el famoso libro ‘Los pecados mayores’ del Imán Muhammad ibn ‘Abdul Wahhab, que Al-lah le dé Su perdón. Ciertamente, un musulmán es responsable por su trato hacia los animales, porque un animal maltratado testificará en contra de quien abusó de él el Día del Juicio Final. El Islam prohíbe marcar con hierro caliente a los animales y matarlos en vano, como por deporte. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, prohibió a la gente capturar pájaros, quemar hormigueros y flagelar animales. Incluso, cuando se sacrifican animales para comer, el Islam exige que el sacrificio sea realizado de acuerdo con los procedimientos islámicos establecidos, los cuales son humanitarios y reducen el sufrimiento. Como los representantes de Al-lah en la tierra, los seres humanos tienen una responsabilidad hacia cada criatura viva.

Al dejar la tienda de mascotas aquel día, me sentí como un traidor sabiendo que aquellos animales tienen sentimientos tan reales como los de los humanos. Me fui dejando a aquellas criaturas, mis semejantes, en su estado de prisión. Afuera de la tienda, di un paso fuera de la acera para empezar a cruzar la calle, cuando justo a mis pies estaba un gatito diminuto recién nacido, perfectamente posicionado para que un carro del parqueadero lo arrollara. Me quedé parado allí bloqueando el paso a los desesperados conductores que exigían el espacio para parquear, mientras le hacía señales con la mano al trabajador de la tienda de mascotas; pensé que seguramente él era alguien que cuidaba y gustaba de los animales. Él salió, miró al animal y replicó: “No es nuestro”, y volvió a entrar a la tienda. Estuve parado allí por quince minutos hasta que pude conseguir algo con qué alzar al gatito para llevarlo a un lugar seguro. Las lágrimas corrían por mi rostro y me preguntaba: “¿Dónde está la gente de la Sunnah? (la tradición del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam)”. ¿Acaso Al-lah Ha arrancado la misericordia de los corazones de las personas para hacerlos tan fríos como para que no tengan ni una pizca de simpatía para una de las hermosas criaturas de Al-lah, a pesar de que lo vean que está tan desprotegido y lastimero? Me acordé de Abu Hurayrah, que Al-lah esté complacido con él, un compañero cercano del Noble Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, quien narró más Hadices (dichos del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam) que ningún otro compañero. Él era conocido por ser muy compasivo y amoroso con los animales. Aunque su nombre era ‘Abdur-Rahman, era conocido como ‘Abu Hurayrah’ (el padre de la gatita) porque tenía una gatita pequeña a la que alimentaba, cuidaba y llevaba consigo a donde él iba.

Los gatos en el Islam:

El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, enseñó a los musulmanes a tener misericordia hacia toda la creación de Al-lah. Existen muchos reportes de su aprecio por los gatos; lo cual dio como resultado su aceptación histórica entre los musulmanes. Los gatos eran muy comunes entre la gente en el tiempo del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y él dijo: “Ellos (los gatos) no son impuros y pueden mezclarse con vosotros”. El gato es un animal tan limpio que, de acuerdo con narraciones auténticas, uno puede realizar la ablución para rezar con la misma agua de la que bebió un gato. Incluso, es conocido que algunas personas hoy en día se oponen a la tradición del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, realizando malvadas prácticas de tortura y envenenamiento a los gatos. ¿Acaso piensan que Al-lah no los Castigará por eso? Ciertamente el castigo de Al-lah por tales actos es severo, si tenemos en cuenta el Hadiz del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, por Al Bujari y Muslim respecto a una mujer que encerró a un gato, negándose a alimentarlo y no lo liberó para que pudiera alimentarse por sí mismo. El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo que como castigo ella sería introducida en el Infierno.
(*)Fuente: Islamweb

7 comentarios:

Duncan de Gross dijo...

Interesante, todo lo contrario que en la tradición cristiana donde en los varios siglos que duró el Medievo se quemaron millones de gatos, de hecho la Peste Negra del S.XIV que se cobró a varios millones de victimas en toda Europa se debió a que no había nadie que parara a la rata negra causante de la enfermedad, ya que los ignorantes idiotas del momento mataban gatos pensando que eran diablos. Por cierto, ¿Sabes que el gato es el único animal doméstico que no se menciona en la Biblia?. Besotess!!

Azuquita Felina dijo...

Muy interesante y sorprendente.
Abrazos felinos.

LA TIGRITA dijo...

El que ama a Dios debe amar todo ser viviente sobre la faz de la Tierra, pero el ser huamno se empeña en dañar todo cuanto pueda, por eso es que no visito tiendas de mascotas, me da mucho dolor ver a esos animalitos esperando migajas de cariño.

Cabalayka dijo...

Duncan: Ciertamente el Medievo no resultó ser el momento más estelar ni para ciertos humanos, ni para los gatos que les acompañaban...cuanta estupidez, ignorancia e ignominia, a fe mía.Panda de idiotas inncompetentes e ignorantes..
Claro que no figura el Gato en la Biblia...Henriketo dice que la Biblia tampoco figura en su Gato-Biblioteca...y que solo se lee textos gato-apócrifos...
Este gato...
Gracias por tus reseñas...siempre nos resultan muy interesantes.
Un abrazo

Cabalayka dijo...

Teodoro:
As salamu alaykum
Gracias por visitar la Gato Blod de Henriketo aunque a él no le gusta participar en foros...gracias por la invitación.
Feliz día

Cabalayka dijo...

Abrazos también para ti, Azuquita y gracias por tu visita y tu comentario.

Cabalayka dijo...

Yo no visito ni tiendas de mascotas, ni circos, ni plazas de toros, ni peleterias, ni zoos....no sigo, ya que la lista podría ser muy larga...
Un abrazo querida Tigra, estamos contigo.

RIBA

Hermoso... amigos mios. Quería compartirlo con todos vosotr@s. Feliz día...

HERÁCLITO EL OSCURO

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